Inspeccione siempre el cáncamo giratorio para asegurarse de que esté en buen estado y de que el orificio roscado esté limpio y libre de residuos antes de usarlo. Durante la instalación, utilice la herramienta adecuada para atornillarlo firmemente. Finalmente, asegúrese de que la base del cáncamo esté firmemente apretada a la superficie de carga, sin holguras ni par de apriete insuficiente.

Además del óxido negro, también ofrecemos el recubrimiento Dacromet como opción estándar. Dependiendo de su entorno de trabajo, existen opciones adicionales como el cromado, la galvanización o la infiltración de zinc para mejorar la durabilidad y la resistencia a la corrosión.

Los cáncamos giratorios deben ser inspeccionados por un oficial de seguridad profesional antes y después de cada uso, y al menos una vez al año por personal cualificado. Durante la inspección, compruebe si hay corrosión severa, grietas, fracturas o deformaciones en los tornillos y componentes soldados. Confirme que todos los componentes móviles (como los mecanismos de rotación y volteo) funcionen correctamente y busque señales de daños por calor o desgaste excesivo. Si tiene alguna duda sobre el estado de seguridad del cáncamo, deje de usarlo inmediatamente e informe del problema a su supervisor.

No recomendamos colocar una arandela entre el cáncamo y la carga. Si es inevitable, proporcione las dimensiones detalladas de la carga para que nuestro equipo técnico pueda evaluar el impacto de la carga y recomendar la solución de elevación más segura.